Ruta para gobernar está en Proverbios

El libro de Proverbios escrito por el rey israelita Salomón, considerado como el monarca que le dio el mayor esplendor a su pueblo en cuanto a territorio y riqueza condesa grandes secretos. Considerado por muchos como el hombre más sabio de la historia comparte su conocimiento, mucho de él íntimamente relacionado con el arte de gobernar una nación. Por ello es sumamente importante volver la mirada hacia los escritos que dejó como legado uno de los principales reyes de una cultura que sobrevive hasta hoy.

“Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; cuando domina el malvado, el pueblo gime”, dice Proverbios 29:2 en alusión clara a la importancia de que las personas que se encuentran en cargos de gobierno actúen con rectitud. Salomón es claro en enseñar que al colocar gente incorrecta para ocupar posiciones de eminencia sobrevienen graves perjuicios para el pueblo. “León rugiente y oso hambriento es el malvado que gobierna sobre el pueblo pobre” anuncia Proverbios 28:15 dejando claramente estipulado que una persona con torcidas intenciones no se sentirá agobiado por la aflicción de su gente. Como devorador insaciable seguirá aprovechándose de cuanto recurso y beneficio esté a su alcance.

Una gran diferencia marcan los escritos salomónicos cuando se plantea la posibilidad de que personas con forme al corazón de Dios logran alcanzar las sillas de legislación sobre un país. “La mano de los hombres escogidos fácilmente gobernará, pero los engañadores serán por trampa”  de Proverbios 12:24 suma que la gente correcta tendrá la capacidad de sacar adelante los proyectos de mayor beneficio para la comunidad, mientras tanto, aquellos que se presentan con intenciones torcidas van a crear engaños y por lo tanto daño a quienes les siguen. Eso puede involucrar perjuicios económicos, judiciales o a nivel de proyectos gravosos para la población.

En la misma línea apuntan las palabras de Proverbios 10:16 cuando cita: “Las obras del justo producen vida; las ganancias del perverso producen pecado”, lo cual permite entender que la integridad es una de las mejores cualidades de un estadista, aun por encima de su preparación profesional. De nada vale la capacidad intelectual sin la actitud correcta, ya que todo lo que construya puede quedar reducido a escombros. Tan trascendente es esta cualidad en un gobernante que esta puede convertirse en la herramienta más valiosa que tendrá a mano para sacar adelante a todo un país. “Un rey da estabilidad a un país por justicia, pero un transgresor lo destruye” Proverbios 29:4.

Es precisamente de esta línea de pensamiento que brota el genuino concepto de sabiduría, el cual no necesariamente está relacionado con el estudio exhaustivo, sino con el sano respeto que merece Dios en la vida de cada ser humano. “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia” Proverbios 9:10. Esto genera que se exponga la gran responsabilidad que recae sobre los hombros del pueblo de Dios, que hoy tiene una alta cuota de culpa sobre quiénes son las personas que asumen un cargo público. En otras palabras, en la actualidad quizá más que nunca antes en la historia lo actos que ejecuta un legislador o presidente son de entera responsabilidad de quienes les facilitaron su llegada al poder.  “Por la rebelión del país, sus gobernantes son muchos; pero por el hombre inteligente y sabio permanece estable”. Proverbios 28:2

Todo este material permite dar solo unas pinceladas del gran bagaje que representa la enseñanza Salomónica no solo para el que asume autoridad, sino también para el pueblo que es quien última instancia el que determina quién toma esa silla de gobierno. Los creyentes no pueden estar ajenos a esta gran cantidad de verdades expuestas en la Palabra, que marcan un derrotero muy claro para la bendición o la destrucción de una nación. Frente a un proceso electoral que está a la vuelta de la esquina el país tendrá que decidir cuál quiere que sea su destino.

“Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista; si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro, entonces entenderás el temor de Jehová y hallarás el conocimiento de Dios, porque Jehová da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia. Él provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los que caminan rectamente”. Proverbios 2:3-7.

Compartir